Cuatro caballos condenados a muerte en A Estrada
Cuatro caballos serán enviados al matadero en las próximas horas tras no aparecer su responsable ni nadie que pujara por ellos en la subasta llevada a cabo ayer, en la que el precio de sus vidas se fijó en 960€. Al quedar desierta la subasta, las autoridades locales ofrecieron la posibilidad de entregar los animales a quien pagara los costes de su chipeo (40 € por individuo), pero tampoco nadie quiso hacerse cargo de este importe.
Los equinos vivían en libertad en los montes de la zona hasta que la falta de comida los empujó a acercarse a la aldea, donde encontraron trigo y maíz con los que alimentarse. Esta incursión en los cultivos no gustó a los vecinos, que decidieron apresarlos y retenerlos a la espera de que su responsable apareciera y se hiciera cargo de los desperfectos ocasionados.
Una vez más, los demás animales pagan con su vida el terrible delito de no haber nacido humanos. La normativa al respecto de la identificación de animales que, se supone, trata de garantizar la seguridad de éstos, sirve una vez más como excusa para matar a quienes no tienen un propietario, un amo, un señor que los "cuide" y se responsabilice de sus "fechorías". En este caso, su falta es tan terrible como buscar comida en los campos. Sólo rechazando la visión de que los demás animales son propiedades del ser humano, rechazando el hecho de que puedan ser comprados, vendidos, explotados, matados y, en definitiva, utilizados como simples objetos, podremos poner fin a situaciones como ésta.
En España, durante 2011, y según cifras del Ministerio de Medio Ambiente Rural y Marino, fueron llevados a mataderos 40.525 equinos de distintas especies por su carne, piel o cuero. Esta cifra supone un incremento del 30% con respecto a 2010, mostrando una clara tendencia de aumento del consumo de productos obtenidos a partir de los cuerpos de estos animales.