Lanzan investigación con cámaras ocultas en mataderos de Australia
Las organizaciones de protección animal australianas Animal Liberation Victoria (ALV) y Animal Liberation New South Wales (ALNSW) acaban de presentar una investigación con cámaras ocultas en mataderos de cerdos. Personas anónimas colocaron cámaras ocultas dentro de las cámaras de gas donde los aterrados animales son forzados a entrar con el uso de porras eléctricas y después ofrecieron las imágenes a las organizaciones. Al mismo tiempo que las terribles imágenes eran hechas públicas a través de la website pigtruth.com, defensores de los animales llegados de toda Australia bloqueaban uno de los mataderos investigados, en la ciudad de Laverton. Cuatro de ellos se encadenaban en una de las cámaras de gas emitiendo imágenes en directo vía streaming. Unos 50 defensores de los animales más, bloquearon la entrada al matadero de camiones repletos de extenuados y deshidratados cerdos a los que ofrecieron agua. Mientras, otro grupo escaló al tejado del matadero descolgando una pancarta en la que se leía «paz en la tierra», instando al público a considerar la sustitución de la carne en su alimentación.
El presidente de ALV, Noah Hannibal, uno de los encadenados en el interior de la cámara de gas, declaraba a los medios que «nuestro propósito es llamar la atención sobre el horrible maltrato animal que tiene lugar en estas cámaras de gas». «La mayoría de personas desconocen por completo los horrores de la industria de la carne de cerdo», añadía. La investigación se inició hace dos años, cuando un informador anónimo hizo saber a los defensores de los animales los espantosos abusos que tenían lugar en estos mataderos, indicó la portavoz de ALV, Kristin Leigh. «Pretendemos despertar la conciencia del mundo para que se ponga fin a la crueldad hacia los animales», declaraba Kristin. Estas cámaras de gas se usa dióxido de carbono para, supuestamente, dejar al animal inconsciente antes de ser brutalmente degollado. Es un método estándar usado por la industria cárnica. También para muchos animales que producen «carne ecológica». Esta cruel industria pretende hacer creer a los consumidores que la inconsciencia llega a los cerdos de forma «progresiva y tranquila». Sin embargo, la realidad es bien distinta, como muestran las imágenes, los cerdos pierden la consciencia agónicamente. El dióxido de carbono, al contacto con líquidos (como los presentes en ojos, orificios nasales, tráquea y pulmones) forma ácido carbónico, quemando dolorosamente todo los tejidos que toca. «Literalmente estos pobres animales agonizan sintiendo cómo su interior arde», informó Noah Hannibal.