Igualdad Animal denuncia a 44 granjas industriales en México por daños ambientales
El cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la contaminación del aire, el suelo y el agua, y las enfermedades que provocan pandemias tienen algo en común: la ganadería. Además de lucrarse con el sufrimiento de los animales, sometiéndolos a prácticas crueles, esta industria está afectando a la salud del planeta y de sus habitantes.
Ante la urgente necesidad de frenar todos estos riesgos y decididos a desenmascarar al Enemigo del Planeta, Igualdad Animal acaba de presentar un nuevo informe que es el resultado de una extensa investigación de dos años que llevó a la organización a sobrevolar con drones varias granjas de cerdo, terneros, pollos, producción de huevos y leche en Jalisco, el principal estado productor de ganado en México.
Los seis informes obtenidos de la investigación muestran que las granjas investigadas -entre las que también se encuentran granjas de marcas reconocidas como Bachoco, Proan y Gena- no cumplen con la normativa ambiental, no cuentan con permisos, concesiones, ni las licencias requeridas, violando la Ley Estatal de Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente.
El informe recoge diversos incumplimientos:
- Altos niveles de emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de estanques llenos de excrementos de animales situados en las explotaciones.
- Derrames de aguas residuales que provocan eutrofización (contaminación por exceso de nutrientes) a gran escala en importantes cuerpos de agua como el Lago de Chapala, aguas superficiales y subterráneas.
- Generación de olores por la descomposición de la materia orgánica y el manejo de residuos biológicos infecciosos.
Todo esto afecta a la flora y fauna nativa, a los cultivos aledaños, a los vecinos de la zona y también a la salud de los animales dentro de las granjas.
Según los informes, el componente ambiental más alterado es el agua. En las granjas existen varias lagunas con excrementos y otros desechos, algunas del tamaño de las naves que albergan a los animales. Muchas cuentan con un volumen excesivo de agua debido a las lluvias, lo que hace que los purines rebosen y afecten al ecosistema.
«Estas heces con la lluvia y al estar expuestas al aire se filtran a las aguas subterráneas contaminando el suelo. La alta densidad de bacterias que tienen pueden contaminar el agua o los alimentos, y muchas veces hacen enfermar a los habitantes cercanos o a quien consume alimentos regados con estas aguas»
Dra. Adriana Cossío Bayúgar – Especialista en Bienestar Animal y Conservación.
Asimismo, se identificó que las lluvias provocan el movimiento de la materia sólida contaminante que, a través de filtraciones, llega a cuerpos de agua más grandes, en este caso, al cercano Lago de Chapala.
Además, al estar las lagunas al aire libre, el agua se evapora, permitiendo que las bacterias se transmitan por el aire, recorriendo grandes distancias en muy poco tiempo y provocando enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea, la disentería, la gastroenteritis, la hepatitis, la poliomielitis, la disentería amebiana y la esquistosomiasis.
¿Qué medidas decidimos tomar?
Ante las alarmantes evidencias, Igualdad Animal denunció a 44 granjas ante las autoridades por hechos, actos y omisiones que podrían causar daños ambientales y desequilibrio ecológico. Solicitamos, de acuerdo con las leyes y reglamentos aplicables, el cierre definitivo, la revocación de los permisos, licencias y autorizaciones de funcionamiento, así como la reparación de los daños que estas granjas han causado.
«No podemos seguir permitiendo la laxitud de las autoridades, la omisión de verificaciones y que estas empresas dañen y arrasen con nuestros recursos sin la más mínima responsabilidad»
Dulce Ramírez, directora ejecutiva de Igualdad Animal en México.
Ante una evidencia tan contundente, resulta incomprensible que hasta ahora no se hayan cerrado estas granjas y sigan teniendo permisos para operar.