Prácticas crueles en una explotación porcina intensiva
La investigación realizada por la organización L214 y presentada en España por Igualdad Animal, muestra prácticas crueles en una granja de cerdos de Ortillon (Aube) en el norte de Francia. Las instalaciones investigadas suministran a la marca Herta, propiedad de Casa Tarradellas y Nestle. La carne obtenida de esta granja es utilizada por Herta para su gama de productos de alta calidad que se publicita como respetuosa con el bienestar animal.
Las imágenes de la investigación muestran: animales que viven en un suelo de hormigón cubierto de excrementos, cerdas encerradas en jaulas tan estrechas que ni siquiera pueden darse la vuelta, cerdos enfermos que no reciben atención, algunos con hernias del tamaño de balones de fútbol, otros muchos agonizando, mutilaciones realizadas a los lechones sin anestesia y sacrificios a golpes.
La investigación, realizada entre agosto y septiembre de 2021, registra además un elevado uso de los antibióticos, incluida la colistina, considerado un medicamento crítico por la OMS, cuyo uso en la cría contribuye a la resistencia a los antibióticos.
La organización L214 ha presentado una denuncia por maltrato y engaño al consumidor. En diciembre de 2020, la organización presentó otra investigación que reveló las deplorables condiciones en las que se criaban los cerdos en otra granja que también suministraba a Herta. L214 presentó una denuncia por maltrato animal contra Herta por engaño al consumidor. Esta investigación previa llevó a la cadena de supermercados británica Waitrose a retirar los productos porcinos de Herta de sus estanterías.
Numerosas infracciones de la normativa
Las condiciones de la cría intensiva, siempre perjudiciales para los animales, se ven en estas instalaciones agravadas por numerosas violaciones que multiplican el sufrimiento de los cerdos:
- Los lechones más débiles son sacrificados golpeándoles en el suelo. Los que no mueren inmediatamente son dejados agonizando en el suelo.
- El corte de las colas de los lechones se realiza de forma sistemática, aunque esté prohibido hacerlo.
- Los dientes de los lechones se cortan con pinzas y también de forma habitual.
- Los lechones son castrados por el método de desgarro del tejido. La castración sin anestesia estará prohibida en Francia a partir del 31 de diciembre de 2021, pero el desgarro de tejidos es un método ilegal desde 2001.
- Los cerdos heridos y enfermos no reciben atención de forma contraria a los requisitos de la ley.
- Las cerdas son golpeadas, lo que está prohibido desde 1982. Las cerdas preñadas en jaulas no tienen acceso permanente al agua, en contra de lo marcado en la legislación.
- Los animales no tienen material o estímulos que puedan manipular.
- Las instalaciones están sucias, los comederos están infestados de parásitos.
Herta engaña a los consumidores
Herta es propiedad de una empresa conjunta entre el Grupo Nestlé (40%) y la empresa española Casa Tarradellas (60%). La marca ocupa el primer lugar en el ranking de las marcas más vendidas en Francia.
En su comunicación, Herta detalla: «Desde 2013, hemos creado nuestra propia cadena de carne de cerdo “HERTA® s’engage filière Préférence”. Con esta clasificación Herta marca el inicio de una cría moderna y más responsable. […] e inicia un enfoque más respetuoso con el medio ambiente y el bienestar de los animales. […] Todos los criadores se comprometen a colaborar con nosotros para mejorar las prácticas de cría».
Sin embargo, Herta no se ha comprometido a prohibir el sufrimiento de los animales, dice actuar en favor del bienestar animal cuando, como muestra la investigación, los cerdos no se crían en mejores condiciones que en la ganadería estándar.
«Por segunda vez, L214 revela la otra cara de la moneda de las explotaciones que trabajan para Herta y su producción de alta calidad. La conclusión es clara: estamos ante un gran engaño al consumidor. Lejos de comprometerse a mejorar las prácticas ganaderas, Herta llega a hacer la vista gorda ante numerosas infracciones que agudizan el sufrimiento de los cerdos»
Johanne Mielcarek, portavoz de L214.
Subvenciones de Europa financian a la industria cárnica
La Unión Europea ha pagado durante los últimos años campañas publicitarias de la industria cárnica por valor de decenas de millones de euros. Este dinero proviene de un plan de subvenciones de la UE para la Promoción de Productos Agrícolas, que cada año está dotado con unos 200 millones de euros. Durante los últimos ejercicios, al menos 60 millones de euros, se han gastado para publicitar la carne en Europa.
«Hoy en día, tanto en Francia como en España el 95% de los cerdos, son criados en explotaciones intensivas, donde pasan sus vidas confinados, sin acceso al aire libre, sin ningún tipo de estímulo, y en muchos casos, como muestra esta investigación, donde ni siquiera se cumple la normativa. La Comisión Europea debe dejar de financiar con dinero público campañas de lavado de imagen de la industria porcina»
Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal.