La selección genética de los pollos broiler es incompatible con el bienestar
Igualdad Animal publica hoy un nuevo estudio realizado en Italia y nunca antes llevado a cabo que demuestra que la condición biológica de los pollos utilizados para producir carne, pertenecientes a razas seleccionadas genéticamente, no es compatible con el bienestar animal, condenándoles a una vida de sufrimiento en las granjas industriales de todo el mundo.
En España cada año se sacrifican cerca de 700 millones de pollos que pertenecen a razas de “crecimiento rápido”, híbridos comerciales resultantes de una selección genética cada vez más extrema.
Los pollos broiler o de crecimiento rápido son el resultado de la selección realizada por el ser humano para conseguir un crecimiento acelerado y unas pechugas y muslos cada vez más grandes, que se consideran más comercializables. Esto se hace a expensas de la salud de los animales, incluyendo sus habilidades motoras, la circulación de la sangre y la respiración adecuada, condenándoles a un gran sufrimiento durante una vida de no más de dos meses.
Comparativa entre pollos broiler criados en una macrogranja y un centro de rescate
Durante la realización de este estudio Igualdad Animal tomó muestras de siete pollos de engorde que murieron prematuramente en granjas industriales, uno en cada fase de crecimiento, con una semana de diferencia, y comparó su estado con el de tres pollos de engorde criados en un centro de rescate de animales, un entorno protegido y saludable.
La cría de pollos broiler incumple las normas de bienestar animal en España
Los exámenes clínicos y las radiografías realizadas por los veterinarios demuestran que sus características genéticas implican un sufrimiento que hace imposible que estos animales cumplan las normas de bienestar animal establecidas en el Real Decreto 348/2000, de 10 de marzo, por el que se incorpora al ordenamiento jurídico la Directiva 98/58/CE, relativa a la protección de los animales en las explotaciones ganaderas, cuyo artículo 3, establece que «los propietarios tendrán la obligación de adoptar las medidas adecuadas para asegurar el bienestar de los animales con vistas a garantizar que éstos no padezcan dolores, sufrimientos ni daños inútiles». La situación actual de los pollos broiler no permite aplicar estas medidas en ningún contexto y bajo ninguna condición ambiental, incluso la más favorable.
Las imágenes y pruebas recogidas durante esta investigación muestran:
- Crecimiento anormal y peso excesivo de los animales: las radiografías realizadas revelan que el índice de crecimiento de los pollos examinados era muy elevado y visualmente perceptible. El peso corporal de los animales se duplicó entre la primera y la segunda semana de vida, en tan sólo siete días, cuando en realidad todavía eran polluelos.
- Daño óseo grave: Las radiografías muestran que la calcificación de los huesos de los pollitos aún no se ha completado, incluso en su séptima semana de vida. Una calcificación incompleta conlleva graves consecuencias como fracturas óseas y desviaciones óseas. Esto se ha observado tanto en pollos de cría intensiva como en pollos que viven en un entorno protegido. Lo que demuestra que la sobrecarga antinatural de la masa muscular sobre los huesos no formados provoca fracturas y deformaciones debido a la selección genética.
- Daños cardiorrespiratorios: En los animales examinados se observa un estado de irritación e incluso de infección en el tórax y las extremidades inferiores, lo que está relacionado con el alto nivel de amoníaco del lecho sobre la que los animales se ven obligados a apoyar el pecho constantemente. La acidez de los excrementos depositados, que nunca se limpian a lo largo del ciclo de vida de los animales, compromete aún más la ya débil composición genética de los pollos, lo que provoca la pérdida del plumaje y quemaduras.
- Daños en los órganos internos: A pesar de las complicaciones respiratorias causadas por el amoníaco en las granjas intensivas, durante la autopsia realizada a uno de estos pollos de engorde que habitó en un entorno protegido, es decir, sin ninguna exposición a altos niveles de amoníaco, se encontraron claros signos de neumonía y una excesiva fuga de líquido alrededor del corazón, lo que presumiblemente causó su muerte. Esta situación describe una patología respiratoria que surgió al margen de lo que serían los factores agravantes en la granja, lo que apoya la suposición de que es su propia genética la que predispone a los animales al desarrollo de tales patologías con resultado de muerte temprana.
- Hemorragias internas y externas: Las hemorragias cerebrales de los animales fueron evaluadas por los veterinarios como posiblemente relacionadas con el deterioro de los órganos respiratorios antes de la muerte, debido al alto nivel de amoníaco. Otra posible razón podría ser la contusión como causa directa de la muerte. De hecho, si un ave presenta dificultades y problemas de salud, los operarios pueden intervenir rompiendo el cuello del animal sin utilizar sustancias anestésicas. Una práctica calificada como “sacrificio de emergencia”.
En conclusión y según las valoraciones de los veterinarios participantes, los pollos de engorde son individuos predispuestos a un crecimiento no natural debido a la selección genética, pero cuyas características primarias de especie están completamente impedidas, lo que anula su capacidad de llevar una vida sana y longeva.
41 millones de pollos mueren de forma prematura en las granjas españolas
En España mueren en las granjas 41 millones de pollos al año, 112.328 al día. El 5,6% del total de los que son criados, sucumben antes de ser enviados al matadero a la edad aproximada de siete semanas.
«Nuestro estudio muestra que cualquier solución de bienestar ambiental para los pollos utilizados para producir carne se ve impedida por la propia naturaleza comprometida de estos animales, como ya está ampliamente documentado en la literatura científica. Son animales nacidos para sufrir terriblemente y este sistema en 2022 es totalmente inaceptable»
Alice Trombetta, directora ejecutiva de Igualdad Animal en Italia
«Estos resultados revelan que la industria del pollo criado para producir carne, una de las razas más consumidas en el mundo, se basa en el sufrimiento deliberado impuesto por el ser humano a animales seleccionados genéticamente para maximizar sus beneficios a costa de su salud»
Javier Moreno, cofundador de Igualdad Animal
El Compromiso Europeo del Pollo y las empresas en España
Igualdad Animal trabaja desde hace años diariamente con las empresas para mejorar la vida de los pollos criados para producir carne. El principal objetivo es lograr que estas se sumen al Compromiso Europeo del Pollo (European Chicken Commitment), formado por una serie de criterios de bienestar a cumplir antes de 2026 que han sido acordados por las treinta principales organizaciones animalistas de Europa, entre ellas Igualdad Animal.
La principal demanda del Compromiso Europeo del Pollo es la adopción de razas que demuestren mejores resultados de bienestar. 18 compañías de diferentes sectores ya se han comprometido a implementar estas políticas.
Por favor, únete con tu firma para que el Gobierno ponga fin a las granjas industriales y a sus terribles prácticas. Más de 15.000 personas ya han firmado.
- 1. Informe veterinario
- 2. Encuesta anual de sacrificio de ganado. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
- 3. Scientific Committee on Animal Health and Animal Welfare (SCAHAW), 2000. The Welfare of Chickens Kept for Meat Production (Broilers)