Amenaza con volver “la caza del jabalí alanceado a caballo”.
Castilla La Mancha, prevé dar el último paso para modificar el reglamento de caza e introducir como nueva modalidad cinegética el “lanceo de jabalí a caballo”. La práctica, que recuerda a la que se realiza cada año con un toro en Tordesillas, ya se ofrece en algunos cotos de caza pese a no tener cobertura legal.
Uno de los interesados en regular esta brutal práctica es Enrique del Águila, fundador del Club Internacional de Lanceo, que oferta (a un precio básico de 5.000 euros para cuatro lanceros) la muerte de estos animales en un coto de Toledo. Desde este club se incita incluso a niños y niñas de corta edad a adentrarse en esta práctica cruel con los animales.
Ante las posibles críticas recibidas por el sufrimiento del jabalí, Luis Fernando Villanueva, director de la patronal cinegética (Aproca), afirma que eso es algo “interpretable” y que «hay otras modalidades en las que también puede sufrir».
Sin embargo, el sufrimiento de los animales, no es algo “interpretable”. Es real y evidente en todas las modalidades de caza.
Quizás lo único interpretable y manipulable sea la forma de justificar y regular tan violenta práctica. Así, por ejemplo, en la primera redacción del borrador del nuevo reglamento de caza se hablaba de “acosar” al jabalí, término que fue eliminado «para evitar conflictos éticos», según el acta del Consejo de Caza.
Lo cierto es que la única forma de evitar conflictos éticos, es comportarse según sus principios: dejando de utilizar y matar a otros animales y desterrando de nuestra sociedad, para siempre, prácticas de tortura totalmente contrarias al progreso moral.