Los animales de granja, víctimas indirectas del COVID-19
La crisis del Covid-19 está repercutiendo también en los animales de granja de todo el mundo. Como ya ha sucedido durante otras crisis o durante el brote de otras enfermedades, no hay piedad hacia ellos. Para la industria ganadera son considerados productos, siendo descartados o eliminados como tales.
Su sufrimiento siempre se produce a puerta cerrada. Estas son algunas situaciones que se han producido en las últimas semanas a causa de la crisis del coronavirus:
Enterrados vivos:
En India, en medio del aumento de muertes por coronavirus y la rápida propagación de la enfermedad, comenzaron a circular rumores. Uno de los más extendidos fue que el virus se propagaba por consumir carne. Esto hizo que caer la demanda y con ella también los precios de la carne. Por ello, y al no obtener rentabilidad con su explotación, un avicultor de la región de Karanataka cargó unos 6.000 pollos en un camión, los dejó caer en una zanja y los enterró vivos. No es la primera vez que suceden este tipo de situaciones cuando se produce el brote de una enfermedad, la padezcan o no los animales; cerdos y pollos han sido quemados vivos en los últimos años para contener la peste porcina africana y la gripe aviar por igual en los últimos años.
Padeciendo hambre:
En China las fábricas de alimento para animales detuvieron su actividad ante el brote coronavirus. Debido a las restricciones en el transporte muchas infraestructuras se cerraron y el alimento para las granjas comenzó a escasear. Millones de pollos fueron sacrificados prematuramente. Muchos otros animales han sufrido hambre o la reducción drástica de sus raciones.
Siendo abandonados:
El contagio por coronavirus de los operarios de las granjas industriales ha provocado que miles de animales se hayan quedado sin cuidados básicos como recibir agua y alimentos corriendo el riesgo de acabar muriendo de inanición. Además en los países más afectados, como Italia, contratar a trabajadores estacionales se ha vuelto muy complicado.
Soportando viajes interminables:
Como ya denunciamos desde Igualdad Animal, las restricciones de viaje están acrecentando el sufrimiento que padecen los animales durante los transportes de larga distancia. Cientos de camiones están quedando atrapados en las fronteras entre los estados europeos debido a los controles que provocan largas colas. Los viajes se prolongan hasta 30 horas sin proveer a los animales de agua, comida o descanso. Muchos son animales aún sin destetar como los corderos.
¿Qué podemos hacer?
En estos momentos de confinamiento, podemos conectar con el sufrimiento que padecen todos estos animales, reflexionando sobre el mundo que queremos, el lugar que ocupamos en él, y la forma que tenemos de relacionarnos con quienes compartimos este planeta. De cada uno de nosotros y nosotras depende caminar hacia un mundo más compasivo y menos violento.
Sí aún no lo has hecho firma la petición para que se prohiban los mercados húmedos o de animales vivos, para evitar nuevas futuras pandemias.