Perros lobo como vigilantes de la prisión estatal de Louisiana
La prisión estatal de Louisiana ha decidido hacer frente a sus dificultades económicas y a los recortes de presupuesto reemplazando a parte de sus guardias humanos por perros lobo, a los que mantienen encerrados “patrullando” el perímetro carcelario.
La penitenciaría de Angola, popularmente conocida como “la Alcatraz del Sur”, cuenta ahora con una docena de perros lobo, confinados entre las dos cercas de tres metros de altura que rodean el perímetro de la prisión. De este modo, cada perro lobo tiene asignada una franja de unos 300 metros de largo por 3 metros de ancho; un pasillo en el que vivirá mientras resulte útil y realice correctamente su función dentro de la penitenciaría.
Este “plan de seguridad” comenzó a elaborarse en 2005, cuando el director de la cárcel, Burl Cain, hizo un “experimento” forzando la fecundación de una perra con un lobo mexicano. Su idea era producir perros que pudieran ser utilizados para perseguir a los prófugos. «Pero los animales resultaron impredecibles y no hacían caso a sus entrenadores», lamentaba Cain. Sin embargo, comprobó que la mera presencia de los perros lobos en las inmediaciones del cercado de seguridad provocaban el efecto intimidatorio que buscaba.
Mientras que los perros son animales sociables, tanto con otros perros como con los seres humanos, los lobos son animales que socializan casi exclusivamente con los miembros de su manada y eluden a los humanos. Mantener encerrados a estos animales fomentaría, por tanto, su estrés y agresividad.