Destapan una trama de la industria cárnica para contrarrestar el informe sobre el cáncer de la OMS
La industria cárnica contrató a una consultora para «limpiar su imagen» ante el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que relacionaba el consumo de carne con el cáncer.
La industria cárnica española es un macronegocio que genera 20.000 millones de euros al año. Lo último que le importa a este multimillonario imperio es que contraigas cáncer por consumir carne.
Lo acaba de destapar la prensa española a través de documentos filtrados. La industria cárnica contrató a una consultora para «limpiar su imagen» ante el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que relacionaba el consumo de carne con el cáncer.
La consultora Sprim fue la encargada de diseñar y ejecutar la respuesta de la todopoderosa industria de la carne ante la crisis por la evaluación de la OMS. El informe fue denominado «Crisis IARC-OMS». En él la consultora Sprim detalla las medidas a tomar y resalta que no se debía «ofrecer a los medios de comunicación testimonios de ningún representante del sector».
Operadores procesando a animales en un matadero
La consultora pretendía así que la respuesta fuera ofrecida «de manera indirecta» por «expertos científicos» para tratar de dar más legitimidad a su estrategia. Los científicos intervinieron en más de 50 ocasiones en prensa, radios y televisiones aportando la opinión que la industria cárnica quería ofrecer del informe de la OMS. Estos «expertos», sin aclararlo en ningún momento, hacían el papel de portavoces indirectos de las organizaciones de la carne Interporc, Provacuno, Asici e Interovic.
El documento cita a cinco científicos: Carmen Vidal Carou (catedrática de Nutrición y Bromatología de la Universidad de Barcelona), Abel Mariné (catedrático Emérito de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Barcelona), Carmen Gómez Candela (jefe de la Unidad de Nutrición Clínica y Dietética del Hospital Universitario La Paz), Antonio Villarino (Catedrático de Bioquímica de la Universidad Complutense de Madrid) y Susana Monereo (jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Gregorio Marañón). Algunos de ellos han reconocido que aceptaron dinero por parte de la industria cárnica para ofrecer su opinión en los medios.
Granja industrial de cerdos
Las asociaciones de la carne también han diseñado un plan a medio plazo para seguir contrarrestando el informe de la OMS una vez que pasara la «tormenta» de los primeros días. Las medidas detalladas abarcan una estrategia en internet para contrarrestar cualquier información negativa sobre la carne y el cáncer. A esta medida se la denomina «evangelización en foros y comunidades online que hablen sobre el informe de la OMS».
Además propone elaborar un documento «científico» destinado a los profesionales de la salud que hable de las cualidades de la carne y defienda su consumo. De esta manera los propios profesionales de la salud y no la industria cárnica estarían haciendo el trabajo de contrarrestar a la OMS.
Granja industrial de cerdos
La consultora Sprim también ha planificado el uso de una website de la industria cárnica para emitir noticias positivas sobre el consumo de carne. Esta website, CarneySalud.com, informa que está cofinanciada por el Ministerio de Agricultura. Periodistas de El Diario, uno de los periódicos que han destapado el escándalo, han preguntado al Ministerio sobre esta cofinanciación en una website con información fraudulenta de la industria cárnica. El departamento de la ministra Tejerina ha contestado que «no se hace responsable de los contenidos del Portal», a pesar de aportar dinero para su mantenimiento.
En total, la campaña de la corrupta industria de la carne ha costado más de 100.000 euros. Tan solo hace unos días esta industria se enfrentaba a otro escándalo por una macrooperación de Hacienda contra posibles fraudes que afectan a toda la cadena de producción y comercio mayorista.